Una historía que dio de sí

Los GRS entrando en el paraje del Picón de la Cota
Salvo los conflictos mineros, ninguna movilización como el CTR ha llenado tantas páginas en los periódicos de la provincia.

Muchas de las páginas de esta historia se escribieron en Villamartín, y durante ese tiempo se crearon conflictos entre los vecinos por sus diferentes puntos de vista.

Afortunadamente estas diferencias se han ido limando año a año por parte de todos, gracias a una gran capacidad de superación. Y es que una vez transcurrido varios años, quedarse anclado en el pasado no lleva a ningún sitio, más si cabe en un pueblo tan pequeño que tiene que luchar por mantenerse lo más unido posible.

Así resume La crónica de León los acontecimientos que se alargaron durante años en torno al problema de las basuras de la provincia:

Salvo los conflictos mineros, la historia de los residuos sólidos urbanos, o de la basura hablando alto y claro, ha sido la que más páginas ha llenado durante casi dos décadas en la provincia de León. Historias de oposición a un centro de tratamiento y pueblos y alcaldes que veían en el famoso CTR la solución a un problema hoy más acuciante que nunca: el empleo.

Quizá la foto más famosa de todas fuera aquella de Juan Morano en un mitin de Carrizo, cuando sobre el hombro de un vecino firmó el no definitivo a la ubicación de Velilla de la Reina.


La propuesta de esta pequeña localidad situada entre Villadangos y Carrizo fue una de las más serias. Su presidente vecinal se puso tan nervioso en una rueda de prensa que tuvo que intervenir el secretario, el hoy alcalde de Valencia de Don Juan y vicepresidente de la Diputación, Juan Martínez Majo. En aquella historia, el mayor opositor fue para más inri el entonces cura de Carrizo. Sin internet y sin más medios que pequeños pasquines, por toda la zona se podían ver carteles donde se decía: “CTR: cáncer, sida, lepra...”. Finalmente, no se hizo y Velilla se quedó sin CTR.

Historias de basuras y también de conflictos y cargas de los GRS de la Guardia Civil, como en el Picón de la Cota. El alcalde de Villamartín de Don Sancho, de apellido Oveja, tuvo que pedir protección policial ante el asedio de los vecinos que se oponían a que los residuos fueran a parar a la zona. Nunca una comarca como Almanza vivió una situación semejante. Mientras, la basura ya no cabía en ninguna parte.


De León fue a Calzada del Coto a cambio de una generosa compensación económica y una foto con el cheque en la mano entre el entonces alcalde de León, Mario Amilivia, y el presidente de la Junta Vecinal. Pero el pequeño vertedero se llenó también y la basura volvió a viajar más lejos. A Palencia y Asturias, donde ya un moderno CTR recogía los residuos de todo el Principado.

Gersul nació oficialmente en 1997 para dar una solución no sólo al Ayuntamiento de León sino a toda la provincia. Desde el primer día estuvo dirigido por el presidente de la Diputación, pese a que el mayor problema lo tenía el Ayuntamiento de León. Entonces, ambos cargos coincidían en el mismo partido, el Partido Popular. José Antonio Díez en la Diputación y Mario Amilivia en el Ayuntamiento de la capital. La Junta, que en otras provincias ha tenido un papel protagonista a la hora de buscar una ubicación y gestionar las basuras, en León pasó a un segundo plano desde el principio. Salvo declarar los terrenos de San Román de la Vega de interés público y gestionar las ayudas para la eliminación de vertederos ilegales, apenas encabezó el proyecto.

Según un informe de Consejería de Medio Ambiente, en el año 1998 existían en la provincia de León más de 300 vertederos ilegales. De ellos, 114 en el alfoz de León y 50 en el Bierzo. El modelo de gestión, apuntaba el mismo estudio, era “caótica”, ya que los ayuntamientos y las mancomunidades encargadas de su eliminación eran incapaces de gestionarlos, apenas estaban vallados y en casi todos se quemaban las basuras.


Finalmente en septiembre de 2004, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, inauguró el Centro de Tratamiento de Residuos ubicado en San Román de la Vega. Una historia con un buen fin. Sin embargo, parece que la guerra ha comenzado otra vez.


Fuente: Crónica de León.

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