En el Belén del Manuel Velasco , todas las piezas se mueven: el agua del río, las cigüeñas en lo alto de una montaña, el herrero golpeando en su yunque, el alfarero... Hay que verlo a Villamuñio, es una auténtica obra de arte, sus escenas son el reflejo de las labores en el mundo rural: Manuel Velasco inició hace catorce años la aventura de montar el belén en su taller de herrería. Todo empezó debajo de una escalera , pero este belenista que emplea piezas de lavadoras, microondas, fuentes de alimentación de ordenadores y otros materiales y aparatos destinados al reciclaje fue incrementando su nacimiento hasta los 20 metros cuadrados que ocupa en la actualidad. Casas, palacios, talleres, explotaciones agrícolas... Las 70 escenas, con más de 200 figuras, están dotadas de elementos móviles en función de la actividad que muestran. El montaje comienza a principios de diciembre, sobre la fiesta de la Inmaculada, pero atrás quedan horas de trabajo invertidas a lo largo del